Durante los meses de verano cambiamos el centro de la ciudad, las prisas y los atascos por largas jornadas en la piscina o en la playa.
De este modo, desconectamos de nuestra rutina diaria y buscamos un aliado para combatir las altas temperaturas. Pero ojo, hay un peligro que muchas personas desconocen. Y es que la probabilidad de contraer infecciones urinarias en verano aumenta considerablemente, sobre todo en las mujeres. Para evitarlas a tiempo, en este artículo resumimos las recomendaciones de los expertos.
Lo principal es no bajar la guardia: relajarse no está reñido con seguir cuidando nuestra salud. Por eso, y sobre todo en aquellas personas que son propensas a sufrir cistitis durante todo el año y sobre todo en mujeres de entre 50 a 60 años, es necesario seguir una serie de precauciones.
Precauciones para evitar infecciones urinarias
- Evitar el bañador húmedo. Está comprobado que el calor y la humedad en las zonas íntimas son un caldo de cultivo para bacterias y gérmenes. Si, además, le sumamos otros agentes como el cloro de la piscina o la arena de la playa, hay una alta probabilidad de que se produzca un desequilibrio de la microbiota vaginal. Por eso, es fundamental cambiarse la parte de abajo del bikini o el bañador siempre que esté mojado.
- Hidratarse. En verano también hay que seguir bebiendo la cantidad de agua diaria recomendada (8 vasos por día). Además, es buen momento para añadir frutas y zumos -por ejemplo, de arándano rojo- a nuestra dieta.
- Extremar la higiene. Durante las vacaciones estivales tendemos a compartir todo. Las duchas públicas, las hamacas del hotel, la zona de baño e incluso cambiamos nuestros productos de higiene íntima. Para evitar infecciones de orina en verano deberás mantener los mismos hábitos que el resto del año, evitando los jabones y geles agresivos que puedan dañar tu flora vaginal.
Además, intenta no llevar ropa ajustada que favorezca el sudor y la humedad en la zona íntima y procura orinar cada 2 o 3 horas -sobre todo después de mantener relaciones sexuales-. Y recuerda, ante el mínimo síntoma (escozor, ganas de orinar cada poco tiempo, picor, enrojecimiento o hinchazón) no dudes en acudir a tu médico para seguir un tratamiento adecuado a cada caso.
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