Entramos en Semana Santa. En estas épocas muchos estarán descansando del trabajo que puede agotar física o mentalmente. Sin embargo, para otros es tiempo de «sufrir» un poco más. Es el caso de los costaleros. Hoy, los fisioterapeutas de Almusalud trataremos de dar algún consejo a los costaleros. Es importante, en cualquier caso, prevenir las lesiones de los que van a forzar su cuerpo.

La importancia de la respiración

Como en todas las prácticas deportivas, la respiración es muy importante. En esta se potencia debido a que el esfuerzo está muy repartido a lo largo del tiempo en todo lo que dura la procesión. En ocasiones las procesiones pueden llegar a durar hasta 12 horas, como es el caso de la procesión de «Los Gitanos» en Granada. La respiración se encarga de gestionar la cantidad de oxígeno que le llega a nuestros músculos. Una mala respiración puede hacer que notemos antes el cansancio.

Preparación previa

Entendemos que el costalero está preparado para la procesión al haber ensayado con anterioridad y pertenecer a una hermandad donde se les aconseja el trabajo físico individual. La preparación más importante que debe haber realizado el costalero es la de la zona abdominal que es la que se encarga de mantener la espalda recta con la carga del peso. Sin embargo, siempre es aconsejable el uso de la faja, que ayuda a esto mismo.
Es importante, del mismo modo, un calentamiento que incluya los principales grupos musculares. Realizar este calentamiento puede prevenir de alguna lesión durante la procesión.

Una postura correcta

Mantén una postura correcta que te permita aguantar todas las horas que dura el trabajo de la mejor manera. Es importante también pisar con toda la planta del pie para no cargar más unas zonas y tener cuidado de no tensar demasiado el cuello.

Una vestimenta adecuada

De igual modo, la vestimenta juega un papel importante. Aunque ya hemos hablado del uso de la faja para facilitar el trabajo que tiene que hacer el abdomen, es en distinta medida importante el uso de una ropa cómoda. Esto incluye el uso de unos zapatos que no causen molestias en el largo uso.
Cuando acabe la procesión ten cuidado de quitarte las prendas de protección lentamente.

Si tienes alguna molestia tras haber realizado la tarea, visita tu fisioterapeuta para que te ayude con esta tarea.