Hoy os hablamos de una dolencia conocida como epicondilitis o codo del tenista (aunque ya veremos que también existe el «codo del golfista»), dolorosa pero que presenta muy buena evolución con las terapias manuales de la fisioterapia.

Las epicondilalgias

Se las ha conocido siempre como epicondilitis y epitrocleítis, y se manifiestan con dolores en el codo de mayor o menor intensidad que pueden llagar a afectar hasta el puño. Ya que ha quedado demostrado que la reacción inflamatoria no es el factor predominante, se ha cambiado la nomenclatura a epicondilalgias (el sufijo «algia» significa dolor, mientras que «itis» se refiere a inflamación).

¿Cómo aparecen estas epicondilalgias? Suelen sobrevenir tras la repetición continua de un mismo movimiento realizado con la mano o el puño. Existen varios tipos de epicondilalgias:

• Interna: llamada también «codo del golfista», es de las epicondialgia más comunes. Afecta a la parte interna del antebrazo y suelen tener esta dolencia golfistas, lanzadores de béisbol y trabajadores manuales.
• Externa: es la más conocida. La epicondilitis o codo del tenista afecta a muchos deportistas y trabajadores que repiten el mismo movimiento de forma asidua, provocándoles micro traumatismos. También encontramos afectados en amas de casa o dentistas: la razón es porque el dolor proviene de una prono – supinación exagerada con el codo totalmente extendido.

Posibles tratamientos de las epicondialgias

Las epicondilalgias pueden tratarse de varias formas: un especialista indicará en cada caso qué método puede llegar a ser más efectivo para el tratamiento; lo que sí demuestran los últimos estudios es que el tratamiento manual con osteopatía y fisioterapia presentan mejores resultados. Estos pueden combinarse con infiltraciones locales, masoterapia con ondas cortas, ultrasonidos, técnicas de fortalecimiento muscular, etc. En caso más severos o rebeldes puede recurrirse a radioterapia o intervención quirúrgica.

Si crees que estás afectado/a por epicondilitis o codo del tenista, consulta siempre a un profesional de la salud antes de iniciar ningún tratamiento.