Está muy de moda; tanto, que ya hay accesorios para que sea aún más cómodo hacerlos. Hablamos de los selfies, ese autorretrato que hacemos con nuestros teléfonos móviles en cualquier momento y en cualquier situación, a solas o en compañía de nuestros amigos o pareja. Pero … ¿pueden ser dañinos los selfies? 

Parece algo inofensivo pero, según la especialista en salud mental Panpimol Wipulakorn, en algunas personas puede convertirse en una insana adicción. La razón es que personas con baja autoestima, realizan compulsivamente selfies solo con una motivación: lograr el reconocimiento de los demás en redes sociales e internet.

El problema reside en que si, cuando se publica el selfie, este no logra un alto índice de «me gusta», «pineos» o «retuits», estas personas pueden sufrir episodios depresivos y hasta paranoia al considerarse que no son suficientemente buenos, altos, atractivos o sociales.

Según las propias palabras de la especialista, «prestar demasiada atención a las fotografías publicadas, controlando quién las mira o a quién le agrada o quién comenta, con la esperanza de lograr la mayor cantidad posible de ‘me gusta’ es un síntoma de que los ‘selfies’ están causando un problema«.

Lógicamente si convertimos los selfies en algo imprescindible en nuestras vidas, si fotografiamos cada uno de los momentos de nuestro día (desde el buenos días de la mañana, pasando por la cita del médico, la compra, las cervezas con los amigos y el pijama que nos ponemos antes de dormir) y además necesitamos de la aprobación de los demás, estamos reflejando un problema de falta de confianza en nosotros mismos y una baja autoestima que hay que tratar adecuadamente con un profesional de la psicología para saber dónde radica el problema y actuar en consecuencia.

Necesitar la aprobación de los demás para ser feliz no es sano; una de las premisas para alcanzar la serenidad y los momentos felices es el quererse mucho a uno mismo, sin hacer de los comentarios de los demás el motor de nuestras vidas.