Someterse a una intervención quirúrgica para reparar lesiones musculares o articulares debería convertirse en la última opción de un paciente si existen tratamientos menos invasores que garanticen una curación igualmente efectiva. Este es el caso de la fisioterapia, una serie de técnicas que han revelado tener la capacidad de sanar diversas patologías corporales sin necesidad de acudir a tratamientos más complejos.
Vaya por delante que siempre existen casos en los que la intervención quirúrgica es indispensable, por lo que no debe pensarse que la fisioterapia puede convertirse en un remedio universal para problemas de todo tipo.
Ahora bien, existen lesiones como la del túnel carpiano, la rotura o desgarro de los ligamentos de la rodilla o los dolores crónicos de espalda que pueden ser tratadas de modo muy eficiente por fisioterapeutas profesionales.
La efectividad de la fisioterapia
Actualmente no son escasos los estudios que demuestran que esta disciplina médica puede arrojar resultados tan positivos como el que garantiza la cirugía, todo ello sin ofrecer los inconvenientes que tiene la invasión agresiva que supone cualquier intervención.
Resalta especialmente un estudio realizado por expertos de la Universidad Rey Juan Carlos en el que se concluye que los pacientes que padecen túnel carpiano pueden obtener los mismos resultados del tratamiento fisioterapéutico que de una intervención.
Al margen de ello, también está demostrada la conveniencia de seguir este tipo de tratamiento conservador en lesiones de rodilla o que afecten a la musculatura superior de las piernas, siendo especialmente efectivos en pacientes con problemas en los cuádriceps.
La espalda, una de las zonas más sensibles a las lesiones tanto en su masa muscular como en sus componentes óseos, tampoco escapa de los beneficios que se derivan de la práctica fisioterapéutica.
¿Cuáles son las ventajas de la fisioterapia?
Al margen de haber demostrado que su efectividad es idéntica a la de los tratamientos quirúrgicos, la fisioterapia ofrece una serie de ventajas que deben ser consideradas detenidamente por aquellos pacientes que sufren lesiones susceptibles de ser aliviadas con estas técnicas.
La principal de todas ellas es la posibilidad de evitar la entrada en quirófano. Operar articulaciones o zonas lesionadas conlleva una serie de riesgos que no pueden evitarse. Además, estas intervenciones conllevan un proceso de recuperación lento y, en muchas ocasiones, doloroso.
Por su parte, los tratamientos de fisioterapia minimizan el proceso de recuperación al máximo ofreciendo la posibilidad de que los pacientes recuperen su ritmo de vida habitual en el menor tiempo posible.
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