Cómo hacer costumbre nuevos hábitos de vida saludable

En estas fechas, en las que acabamos de dejar las copiosas comidas de Navidad y comenzamos un nuevo año con el ánimo renovado y los nuevos propósitos sobre la mesa, es frecuente ver en nuestra larga lista de nuevos objetivos la adopción de un estilo de vida más saludable, que nos facilite perder los excesos de las fiestas que dejamos atrás y pensando ya un poquito en la «operación bikini».

Son muchas las personas que en enero se apuntan al gimnasio dispuestos a perder lo ganado, pero muy pocos continúan con la actividad pasados los meses, por este motivo, desde Almusalud nos proponemos daros algunos hábitos saludables sencillos y un pequeño empuje para que no los abandonéis a los 15 días.

Llevar una vida saludable es esencial, no sólo para mantener una buena figura, sino para mantenernos sanos, jóvenes y en forma, independientemente de la edad que tengamos.

En primer lugar, éstos son algunos de los hábitos saludables más importantes y con los que conseguirás mejorar notablemente:

  • Beber abundante agua, mínimo 2 litros al día. El agua nos limpia y purifica el organismo, eliminando toxinas, y nos ayuda a digerir mejor los alimentos, acelerando el metabolismo, y además, mejora el aspecto de nuestra piel y cabello.
  • Hacer ejercicio regularmente. Es fácil de imaginar que para tener una vida saludable, practicar una actividad física es de obligado cumplimiento. Es importante hacer ejercicio varias veces por semana, y hacerlo de forma prudente. Es mejor caminar a diario o levantar pesos livianos de forma frecuente que realizar ejercicios aislados que nos provoquen un alto impacto.
  • Reducir el consumo de grasas saturadas (o «grasas malas»), que prácticamente están presentes en la «comida basura», sin que superen el 25% de las calorías totales ingeridas. Además, la mayor parte de estas grasas deberían ser grasas saludables como son los ácidos grasos Omega3.
  • Limitar la sal. La sal propicia la retención de líquidos y una presión arterial alta, que nos puede llevar a sufrir hipertensión y muchas otras enfermedades cardiovasculares, por lo que es recomendable ir disminuyendo su consumo de las comidas poco a poco.
  • Dormir 7 horas al día. Para mantenernos con energía y saludables es imprescindible tomarnos las horas de sueño en serio, ya que es durante estas horas cuando nuestro cuerpo se recupera de la actividad del día.
  • Dí Adiós a los malos hábitos. Reduce el consumo de cafeína y otros estimulantes, y ni qué hablar de eliminar por completo el consumo de alcohol y tabaco. Busca nuevos hábitos que los sustituyan. Los resultados los notarás en corto plazo.
  • Olvídate de los carbohidratos refinados. Los alimentos con grandes cantidades de azúcar no son recomendables, aunque no está mal darnos un capricho de vez en cuando, sólo de vez en cuando, no debemos excedernos.
  • En cambio, es muy importante consumir alimentos ricos en fibra, como los vegetales, las frutas frescas, los granos enteros, los frijoles, las nueces, los frutos secos, las semillas crudas y otros alimentos que sean fuente de fibra.
  • Reducir el estrés. Sí, es difícil, ya que vivimos en una sociedad acelerada y ya lo consideramos como parte de nuestra rutina, pero es muy perjudicial para nuestra salud mental, emocional y física.

Todos estos hábitos son fáciles de asumir en nuestras vidas sólo con un poco de fuerza de voluntad y motivación.

Vale, ya hemos refrescado los principales hábitos saludables, la teoría está en nuestra cabeza, pero ¿cómo puedo convertir estos hábitos en costumbre? 

La clave principal está en el deseo de cada uno. Según la Dra. Ana M. Oliva, en su artículo de la revista Mente Sana «Cambia tu vida en 21 días», tres semanas son suficientes para adquirir un nuevo hábito si de verdad lo deseas. Para ello hay que repetirlo a diario durante este tiempo, y así se convertirá en algo automático.

Pero lo fundamental para que el hábito se convierta en costumbre y lo instauramos en nuestra vida es la motivación con la que lo hacemos y lo coherente que sea su puesta en práctica. Tenemos que estar convencidos de que el nuevo hábito que estamos adquiriendo nos beneficia y va a conseguir mejorar nuestra vida. En este punto será muy importante la constancia. Al principio costará más, pero con el paso de los días nos veremos cada vez más enérgicos y nos sentiremos mejor, y es este cambio el que nos dará la motivación para continuar hasta convertirlo en un hábito en nuestras vidas.

12 Ene, 2016

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