Lo podemos intuir, la época más propicia para que afloren los casos de depresión es el invierno. Esto se debe a que el entorno influye directamente en nosotros. En este caso, la falta de luz puede hacer estragos en nuestro ánimo y repercutir en un cuadro serio. No obstante, con el verano, por motivos diferentes, también aumentan los casos de depresión. Si quieres saber por qué, te lo contamos.

Aceptación de nuestro cuerpo

El calor, la playa, la piscina… Todo lo que rodea al verano viene de la mano de una menor cantidad de ropa. Este es la principal causa de aumento de casos de depresión en verano. ¿Y por qué?

Al estar obligados/as a pasar más tiempo con menos ropa nos vemos más expuestos a nuestra propia imagen y esto nos puede hacer caer en una mala situación cuando tenemos algún complejo con nuestro cuerpo. Evitar las piscinas y la playa puede ser un síntoma de que la persona no está disfrutando del verano como quisiera.

No obstante, debemos aclarar que las causas de la depresión son muy diversas. La situación psicológica de un/a paciente es algo totalmente personal.

Cómo afecta el calor a nuestro ánimo

El tiempo nos llama a salir a la calle, pero el calor tiene un lado negativo. Con la fatiga provocada por el calor perdemos energía rápidamente. Así, en ocasiones podemos sentir menos ganas de salir a la calle y mantenernos activos/as, algo fundamental en verano.

El calor, además, puede afectar a nuestro ánimo haciendo que pasemos más tiempo de mal humor y algo irritables.

Cómo influyen las redes sociales

Las redes sociales intensifican todos los sentimientos con respecto a la sociedad que podemos albergar. Si nos sentimos solos/as, en verano se intensifica gracias que somos capaces de ser testigos de la vida de todos los demás. Ver actividad en las redes sociales puede hacernos caer en un pozo más profundo. Esto es algo, por ejemplo, que no ocurre en invierno. Cuando en invierno nos sentimos solos/as, la sensación es compartida y en redes sociales se puede mostrar sin ningún complejo.