Si últimamente te encuentras bajo/a de ánimos y este estado está siendo prolongado, hay que estar atentos a los síntomas que pueden indicar que lo que estás sufriendo es depresión. Si te ves reflejado/a en alguna de estas situaciones, acude a un especialista; juntos podréis encontrar una salida:

–Tristeza: si este estado aparece de forma recurrente y sin razón aparente, es decir, sin ninguna razón objetiva que lo provoque y parece no tener fin, puede ser un síntoma de estar depresivo.

–Desánimo: aquello que antes te divertía ya ha dejado de hacerlo. No encuentras motivación en nada, nada te parece interesante ni consigue sacarte de ese estado de apatía.

–Cambio de hábitos: sin ningún motivo objetivo, comienzas a cambiar los hábitos de sueño (insomnio o un estado de cansancio infinito) o alimentario (falta de apetito o apetito voraz).

–Desinterés: el trabajo, la familia, los amigos están dejando de ser prioritarios en tu vida.

–Emociones sin control: demasiada sensibilidad (ponerse a llorar «sin motivo»), ataques de ira, ansiedad, sensación de agobio …

–Alcohol / drogas: abuso repentino de ambas sustancias, ya de por sí depresoras.

–Cuidado personal: comenzar a descuidar el propio aspecto, el aseo, etc.

–Aislamiento: buscar la soledad imperativamente, volverse antisocial.

–Pensamientos negativos: comenzar súbitamente a pensar en la muerte, el abandono, la soledad.

–Somatización: tener frecuentes molestias físicas sin razón médica aparente puede indicar que se está sometizando una dolencia emocional (frecuentes migrañas, fatiga, dolores de estómago, etc.).

Todos los síntomas arriba reflejados pueden ser indicativos de estar sufriendo una depresión; es importante acudir cuanto antes a un servicio de atención psicológica para comprobar si en efecto es así, qué la está provocando (la depresión puede estar provocado por algún incidente o vivencia a la que en principio no se le ha dado importancia y que sin embargo nos afecta) y su grado (leve, moderado, severo) para iniciar lo antes posible su tratamiento.